A toda la comunidad educativa:
¡Bienvenidos y bienvenidas a ésta (no por conocida menos apasionante) aventura de ver como nos las arreglamos con todos/as los estudiantes que afortunadamente, colman nuestras aulas en el comienzo de cada ciclo lectivo!
El desafío que compartimos en tanto trabajadores de la escuela pública, es el de extremar estrategias organizativas para hacer el mejor uso posible de los recursos, de manera de llegar a la mayor cantidad de estudiantes con la mejor oferta educativa posible.
Por supuesto, el ingreso en la escuela de arte es absolutamente irrestricto.Obviamente, si la demanda supera por mucho nuestras posibilidades, nos vemos obligados a diseñar alternativas.
Una de ellas fue generar el mecanismo de “lista de espera”.
Están en lista de espera aquellos estudiantes que prefirieron esperar, a ocupar las vacantes libres de determinadas ofertas.
Las listas que recibirán los profesores contienen cuatro casilleros en los que deberán consignar sin excepción las asistencias del mes de abril, luego de lo cual, se confeccionarán nuevas listas definitivas con los/as alumnos/as que hubieran incurrido en 2 (dos) inasistencias consecutivas o 3 (tres) alternadas. Estos perderán automáticamente su derecho a mantener la vacante en ese horario, el cual será ocupado por un/a alumno/a de la lista de espera.
La falta de instituciones de arte y el prestigio que supimos conseguir son factores altamente convocantes a la hora de elegir escuelas y son condiciones de las que nos tenemos que hacer cargo juntos: los profes y los alumnos. Por eso todos tenemos que tener la paciencia, la voluntad y la imaginación necesarias para hacer lo mejor que podamos en estas circunstancias.
Nunca dejaremos de reclamar mejores condiciones para enseñar y aprender. Pero nunca dejaremos de enseñar y aprender a pesar de las condiciones
La Dirección